Leitariegos es una pequeña gran estación en el corazón de la Cordillera Cantábrica. Se sitúa en terrenos de León, justo en el límite con Asturias, en el puerto que lleva su nombre.

Como ya hemos dicho, es una pequeña estación, con poco más de 8 km, que sobre el papel pueden parecer pocos, pero que una vez tenemos los esquís puestos, no dejan indiferente a nadie.

La estación comienza a 1.500 metros, y tiene su cota máxima a 1.800. De la base salen dos telesillas, La Braña, de tres plazas, y La Laguna, de dos plazas. Estos dos telesillas te llevan a la zona medía de la estación, a 1.650 metros.

Aquí nos encontramos la zona de debutantes, con dos cintas transportadoras y dos telesquíes, con varias pistas verdes y una azul. Ideal para iniciarse y evolucionar. También en esta zona hay un telesilla (Gobia) de 3 plazas que te lleva a la cota más alta, que da acceso a dos pistas, una azul y otra roja, y al telesquí de La Ferradura, con dos pistas rojas, no muy largas, pero muy divertidas.

Desde la zona alta como ya comentamos hay dos opciones, descender por una roja (Abedules), hasta la zona media y luego hasta la baja, o lanzarnos por la azul Chagunachos, hasta la zona media. A medio recorrido de esta pista tenemos el ya citado telesquí de la Ferradura. Podemos alargar el descenso hasta la base de la estación por la Autovía de Arbás.

Desde la zona media hasta la base, tenemos las pistas de mayor nivel, 3 rojas muy divertidas, Serbales, El Tubo y Stadium.

Y para quien le guste el fuera de pista hay muchas opciones. La primera, sin quitarse los esquís, saliendo del Telesilla Gobia, bajar hacia la laguna de Arbás, ya en territorio asturiano, y posteriormente continuar el descenso hasta la base de la estación. Otras opciones, pero ya, teniendo que “patear”, son el fuera de pista de La Ferradura. Se trata de subir caminando hasta la cresta que hay por encima del telesquí. Sin lugar a dudas una bajada de nivel. Pero si queremos emociones fuertes, lo suyo es caminar hasta el Cueto de Árbas, el primer 2.000 de la Cordillera Cantábrica, y bajar sus laderas hasta el pueblo de Leitariegos.

Por resumir, estamos ante una estación muy familiar, que lejos de quedarse solo en eso, permite que esquiadores de nivel disfruten de sus pistas y sus fuera de pistas, y lo mejor de todo, lejos de la masificación que hay en otras estaciones. Además, el gran trato, el mejor ambiente y el cuidado del detalle son cosas a aplaudir hoy en día.

Fuente e imágenes: www.lugaresdenieve.com